El legendario director escénico cubano Francisco Morín falleció el jueves 7 de diciembre en Su etapa neoyorkina incluye trabajos con INTAR, Teatro Repertorio Español y Café Teatro El Portón. Período en que estrena textos de los autores cubanos Alberto Guigou, Jorge Vals, Montes Huidobro y José Cid.
En Miami, colaboró con el Grupo Avante (Bienvenidos a Tropicana, basada en pasajes de la novela Tres Tristes Tigres, de Guillermo Cabrera Infante) y con Teatro Prometeo (Flores de papel, de Egon Wolf, y Fiebre de primavera, Noël Coward).
Morín fue una presencia habitual en los festivales de teatro hispano de Miami, que le dedicó su edición de 1998. En ese mismo año se publicó su libro Por amor al arte. Memorias de un teatrista cubano 1940-1970 (Ediciones Universal).
En el 2009, el Centro Cultural Cubano de Nueva York le otorgó la medalla Avellaneda; y el Instituto Cultural René Ariza (ICRA), de Miami, le concedió un premio extraordinario por su trayectoria.Nueva York. Tenía 99 años de edad.
Considerado por artistas de varias generaciones como el padre de la gran escena cubana, el teatrista pasa a la historia como el creador visionario y arriesgado que desde el Grupo Prometeo, que fundó en La Habana, en 1948, puso al día a la escena cubana al estrenar obras de la vanguardia europea al mismo tiempo que en sus países de origen.
Morín no solo dirigió Laboremus (B. Bjornson, 1949); Las criadas (Jean Genet, 1954) y Calígula (Albert Camus, 1955), por solo mencionar algunos ejemplos. Su preocupación por promover la dramaturgia nacional lo llevó a poner en escena piezas de Virgilio Piñera (Electra Garrigó, 1948), Carlos Felipe (Capricho en rojo, 1950), José Triana (Medea en el espejo, 1960) y Matías Montes Huidobro (Sobre las mismas rocas y Gas en los poros, 1951 y 1962, respectivamente), entre otros.
Mientras vivió en la isla, Morín también creó el Centro Cubano de Teatro, adscrito al Instituto Internacional del Teatro (ITI), impartió clases, dirigió espacios dramatizados para la televisión y contribuyó a fundar el grupo de teatro de la Universidad de Oriente.
Tras ser destinado a trabajar en la agricultura por su decisión de abandonar el país, el director tomó camino del exilio en 1970. Luego de una estancia entre Londres y Madrid, se estableció en Nueva York, en 1973.
Francisco Morín nació en La Habana el 10 de junio de 1918. Nunca regresó a la isla.
“Él insistía en que alcanzáramos lo inalcanzable. Y es que su amor al teatro era casi religioso, un amor que nos contagió para siempre”, expresó su alumna, la actriz Teresa María Rojas, quien en su honor fundó el Grupo Prometeo, en el Miami Dade College, en 1972.
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