DE LA ISLA | El Rincón espera por más peregrinos este año
Ante la incertidumbre de los tiempos, más cubanos recurren al “viejo” San Lázaro
LA HABANA, Cuba.- Las lluvias y el frío no han impedido que, en el poblado de El Rincón, María se levante bien temprano y organice sus margaritas, girasoles, rosas y gladiolos, que con anterioridad encargó a uno de sus proveedores para venderlos en un pequeño negocio que tiene en la entrada del Santuario Nacional de San Lázaro.
Desde las primeras horas en la mañana llegan sus primeros clientes. A su lado también se ubican una serie de cuentapropistas que comercian velas, flores, rosarios y estatuillas del santo. Sin embargo, ella, para ganarle a la competencia, seduce a los transeúntes regalándoles flores pequeñas y los invita que le pongan flores al “viejo”, como le llama habitualmente a esta figura tan devota dentro de la religiosidad popular cubana.
Para Armando, que intenta adelantarse a María estableciendo su negocio en el portal de una casa, ubicado en el trayecto hacia el Santuario, opina que es normal que los propios vecinos del poblado sean los que lleven la iniciativa y obtengan resultado de la multitud de personas convocadas en estos días. “A mayor número de visitantes, habrá necesidad de más cafeterías y kioscos que ofrezcan sus servicios para el público”, apuntó.
Por otro lado, Armando, siguiendo la misma opinión de los otros comerciantes, expresó refiriéndose a los nuevos tiempos que se avecinan en Cuba tras la vuelta atrás con las negociaciones con Estados Unidos y el cambio de poder que se avecina en 2018: “Siempre ha habido fe a San Lázaro, lo que ahora hay más gente viniendo porque lo necesitan más que nunca, nadie sabe lo que pueda venir”.
En el Santuario los cubanos veneran un santo representado en diferentes deidades religiosas: Lázaro, el mendigo de las muletas, según la parábola de Jesús del Evangelio según San Lucas, San Lázaro, el obispo y “Babalú Ayé”, como le llaman los practicantes de la religión yoruba. En medio de este sincretismo religioso y cultural, los feligreses se dirigen en masa por estos días para pedir mejoras en la salud, la prosperidad y el cumplimiento de las metas y objetivos para el año nuevo.
Es precisamente esta fe la que mueve a miles, que desde toda esta semana se dirigen a un mismo destino: llegar a “El Rincón” y darle una vueltecita al “viejo” como se escucha decir habitualmente de los que regresan de este lugar.
En su larga jornada no hay descanso, pues son las vísperas del 17 de diciembre, día donde se celebran las fiestas de San Lázaro, el santo de los milagros para los cubanos. Por este motivo, las calles de ese poblado, ubicado en el municipio de Boyeros, nuevamente se vuelven de color púrpura, un matiz distintivo con que la devoción popular ha identificado año tras año al santo más venerado en la Isla después de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
“Este año todo es diferente. Hay mucha gente que está llegando desde bien lejos y desde fechas muy tempranas, van a cumplir con Lázaro”, dice María.
Le pregunto si se espera que durante la víspera de este 17 de diciembre lleguen más personas que en otros años y me responde: “Bueno, imagínate, si este fin de semana El Rincón está tan lleno de gente, ¿que podrá pasar el 17? Eso no lo sabemos, pero creo que serán muchas más personas porque es domingo y es un día que todos pueden ir”.
Su opinión no es diferente a los demás comerciantes de la zona que desde esta semana reabren sus negocios privados ante la inesperada llegada de miles de peregrinos que viene a rendirle tributo al Santo.
Para Armando, que intenta adelantarse a María estableciendo su negocio en el portal de una casa, ubicado en el trayecto hacia el Santuario, opina que es normal que los propios vecinos del poblado sean los que lleven la iniciativa y obtengan resultado de la multitud de personas convocadas en estos días. “A mayor número de visitantes, habrá necesidad de más cafeterías y kioscos que ofrezcan sus servicios para el público”, apuntó.
Por otro lado, Armando, siguiendo la misma opinión de los otros comerciantes, expresó refiriéndose a los nuevos tiempos que se avecinan en Cuba tras la vuelta atrás con las negociaciones con Estados Unidos y el cambio de poder que se avecina en 2018: “Siempre ha habido fe a San Lázaro, lo que ahora hay más gente viniendo porque lo necesitan más que nunca, nadie sabe lo que pueda venir”.
En el Santuario los cubanos veneran un santo representado en diferentes deidades religiosas: Lázaro, el mendigo de las muletas, según la parábola de Jesús del Evangelio según San Lucas, San Lázaro, el obispo y “Babalú Ayé”, como le llaman los practicantes de la religión yoruba. En medio de este sincretismo religioso y cultural, los feligreses se dirigen en masa por estos días para pedir mejoras en la salud, la prosperidad y el cumplimiento de las metas y objetivos para el año nuevo.
Es precisamente esta fe la que mueve a miles, que desde toda esta semana se dirigen a un mismo destino: llegar a “El Rincón” y darle una vueltecita al “viejo” como se escucha decir habitualmente de los que regresan de este lugar.
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