Luego de pasar más de cuarenta años en la cima de la actuación en Cuba, se puede asegurar que Verónica Lynn es, sin duda, una de las actrices más paradigmáticas de todo el país. Ningún medio, ni el teatro, ni la radio, la televisión o el cine, han logrado escapar a la seducción de esta mujer que ha llegado a sus 86 años con la misma profesionalidad y excelencia que la condujo a dos brillantes piezas teatrales, y su actuación alcanzó tal nivel que ninguna otra actriz ha podido superarla: Santa Camila de La Habana Vieja (obra de José R. Brene), y Aire Frío, del gran clásico nacional Virgilio Piñera. Tampoco pasaron desapercibida sus actuaciones en la televisión, entre las que destacan su genial Doña Teresa de Sol de Batey, y la de muchas otras obras dramáticas de la pequeña pantalla, así como también en el cine, con su inolvidable representación como la genial madre de Rachel en La Bella de alambra. Para 1945, Verónica se presentó en el programa Escuela de Televisión, que estaba dir...
Comentarios
Publicar un comentario